A poco más de un mes de la elección, donde los grandes números quedan de lado del abstencionismo, se han exhibido una y mil situaciones que a quienes trabajamos con el cimiento de la identidad, la lealtad y el compromiso partidista no dejan de confirmar los escenarios en los cuales transcurrió la campaña electoral y por ende su resultado. Cada quien sabe lo que hizo, pero sobre todo lo que dejo de hacer.

De nuevo los estigmas y veneno del PRI salieron a relucir como lo han hecho desde 1993, si 93, y se agudizaron en 1999, cuando la traición y el privilegiar los escenarios personales y de grupo iniciaron en nuestro partido una maldición que a la fecha no se ha superado. La traición, la simulación y la confianza han prevalecido por encima de la razón, el acuerdo y el trabajo de equipo con resultados exitosos.

Toca ahora un arduo trabajo de iguales, de generar trabajo partidista, construir confianza y ofrecer resultados, pero sobre todo ser puntuales en las acciones, los acuerdos y compromisos con una acción invariable e indispensable; cumplir y exhibir lo que se acuerda.

El escenario al 2018, que al fin ese es el objetivo de todo partido político, buscar el poder para de ahí servir a la sociedad está a la vuelta, pero con ingredientes cada vez más volátiles y con una amplia franja de desinterés de los ciudadanos por participar y elegir a quien los deba representar en los espacios de gobierno. En el 2018 habremos de elegir; Presidente de la República, Senadores y Diputados Federales, Presidentes Municipales y Diputados locales.

Partiendo de los números electorales que al fin son la esencia de la política y del ejercicio del poder, los ciudadanos enviaron este 2015 un mensaje de desinterés en la participación cuando a nivel Estatal no salieron a votar más de 230 mil ciudadanos, y quien obtuvo el triunfo con alrededor de 110 mil votos no logro que estuvieran de acuerdo con su partido y su propuesta más de 369 mil ciudadanos con todos sus derechos y obligaciones para llevado a cabo.

La falta de representatividad y legitimidad del gobernante abona en ocasiones al desinterés y a la falta de compromiso para cumplir con su responsabilidad ante la sociedad y la población como ha sucedido en los últimos años en el municipio de Los Cabos donde quien gana no logra ni el 20 % de la representación ciudadana. En esta elección del pasado 7 de junio no fue la excepción, de poco más de 182 mil ciudadanos que conforman el padrón electoral del municipio de Los Cabos, al candidato ganador y a su partido le otorgaron confianza poco menos de 33 mil Cabeños, más de 147 mil ciudadanos no lo hicieron y en la suma de totales los partidos políticos todos lograron poco menos de 80 mil votos por lo que alrededor de 100 mil ciudadanos les pasó desapercibida la elección.

En el PRI sobro soberbia y falto trabajo y estrategia, el PRI tiene lo que se merece y el PAN lo que no se merece, estas y otras frases con frecuencia se escuchan en las mesas de café que nunca faltan y de los analistas políticos que nunca han participado en una elección y que siempre sobran para aderezar y componer errores de los que más allá de sus expresiones no tienen participación alguna en una campaña electoral.

El PRI el partido político en el que he militado toda mi vida sigue siendo el mejor partido político de México, es tiempo que como militantes logremos que quienes lo dirijan en todos sus niveles tengan el apasionamiento y el compromiso de cumplir con sus documentos, de dar autoridad a la responsabilidad que se les otorga privilegiando el interés del partido y sus militantes y no los personales o de su grupo. Ser capaces de competir como partido político sólido, histórico, creador de instituciones y bienestar para los mexicanos y valorar en su expresión real las alianzas y coaliciones. Hacer cumplir sus estatutos, normas y códigos en cada uno de sus militantes; en el reconocimiento y en la sanción. Ser en el caso de Baja California Sur una oposición responsable que construya y exhiba su compromiso real con la población y las demandas ciudadanas más sentidas.

Los escenarios de crisis son para reflexionar, estudiar, privilegiar y prever lo que se hizo o lo que se dejó de hacer, para que en un nuevo inicio a quienes nos apasiona la actividad política y el servicio a la población este la oportunidad de construir el escenario y la oportunidad de competir para ganar y demostrar buen gobierno.

En la democracia se gana o se pierde con un voto, ahí están los números de rechazo generalizado hacia los proyectos ganadores y perdedores, ahí se asoma de manera incipiente las individualidades que a través de las candidaturas independientes hacen valer las desconfianzas, ahí sigue la mayoría de la población a la espera de buenos gobernantes y mejores gobiernos.

En el PRI es momento de refundar, reiniciar, construir o fortalecer cada uno de los espacios de participación y compromiso con el ánimo de hacer un solo equipo, de ser oposición responsable en las diputaciones locales y las regidurías que los porcentajes electorales nos otorgaron a través del voto ciudadano.

Es momento de renovar, ratificar y actualizar nuestros órganos de gobierno y dirigencias municipales. Y que el PRI hoy con la confianza de más de 86 mil sudcalifornianos, aspire y se convierta en el partido que represente a las mayorías, que abandere sus causas, que exhiba lo que no se hace y lo que se k hace mal, que reconozca logros y esfuerzos de quien gobierna, abrazar la calma, valorar y en su caso desechar las cuotas de poder, validar los liderazgos en cualquier espacio de responsabilidad de nuestros militantes. En la democracia ninguna derrota cancela participaciones futuras, ese debe ser el ánimo y el compromiso responsable de abonar cada uno de nosotros la parte que nos corresponde, a la historia solo se debe recurrir para tomar ejemplos y en ellos coincidir para mejorarlos y adaptarlos a los nuevos tiempos, ya lo hemos hecho, estoy seguro que lo vamos a lograr, Baja California Sur y el PRI no se pueden disasociar son complemento en su nacimiento, en sus bases legales, en su creación de instituciones, en su progreso, en el constituyente y su constitución, en su formación de Estado, en la creación de sus municipios, la construcción de sus carreteras, sus aeropuertos, la seguridad pública y la tranquilidad social, el respeto y apoyo a la prensa, y las que enumera el maestro Coronado como "el nuevo edificio y equipamiento del benemérito hospital "Juan María de Salvatierra" en la avenida Nicolás Bravo, la nueva Casa del Estudiante Sudcaliforniano en México, la creación del Patronato del Estudiante Sudcaliforniano y comedores estudiantiles, la carretera de 4 carriles de San José del cabo a Cabo San Lucas, el Centro Regional de Educación Normal, el edificio de la SEP, los nuevos estadios de beisbol y futbol paceños, los gimnasios de Loreto y La Paz, los palacios de Gobierno, Legislativo y de Justicia; la Unidad Cultural (que comprende al Teatro de la Ciudad con importantes anexos: radio Cultural, canal 8 de tv, la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres y el teatro al aire libre).

Asimismo la Universidad Autónoma de Baja California Sur, la Escuela Normal superior, la nueva Escuela de Música; el acueducto, las desaladoras y la carretera de la zona Pacífico norte; el acueducto de Los Cabos, el Plan Hidráulico (que todavía sostiene la sobrevivencia de muchas comunidades del estado), la apertura del valle de Vizcaíno, plazas públicas y parques infantiles, mejoramiento y ampliación de las redes de agua potable, nuevas plantas y redes de energía eléctrica. Centros de Readaptación Social y consejos tutelares para Menores, expedición de planes de Desarrollo Urbano, estructura de apoyo a la cultura aún no incrementada sustancialmente en lo físico ni superada en los a, servicios durante el reciente dieciseiscenio; unidades agroindustriales para la Mujer, aumento de la flota pesquera de altura, establecimiento del Centro de Rehabilitación y Educación Especial, y varias otras más en las que ahora operan los mismos gobiernos que las niegan." El PRI sentó las bases para el desarrollo con el gobierno federal y con la iniciativa privada, proyectos ya en marcha y que al paso del tiempo se siguen haciendo realidad. El compromiso de los priistas por su raíz y compromiso debe de ir más allá, recuperemos el presente y retemos al futuro que inicia hoy, reanudemos la historia de logros, nuestra historia, pero hagámoslo unidos y decididos con ánimo de triunfo porque ya no podemos perder más tiempo.

Jesús Flores Romero.

• Ex presidente del CDE del PRI en BCS
• Ex presidente del CDM del PRI en Los Cabos
• Delegado del CEN del PRI en Cancún y Los Cabos
• Dirigente estatal de la CNOP en BCS