El Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional sostiene que como lo aprobó el Congreso de la Unión con más de 400 votos a favor incluyendo a los diputados del PAN Herminio Corral, Jisela Paez y Ernesto Ibarra, el precio de la gasolina Magna tiene referencia internacional, sin embargo, los ajustes necesarios de hoy por la baja mundial del precio del petróleo, no pueden ser comparables con el sexenio pasado cuando las gasolinas y el diesel se incrementaron exageradamente.
Ante la andanada de descalificaciones y críticas al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto por el alza del 3 por ciento en la gasolina Magna, ante el oportunismo político del PAN en este tema, es importante subrayar que durante el sexenio de Felipe Calderón la gasolina Magna se incrementó el 69.6 por ciento (de 6.76 a 11.47 pesos por litro); de la gasolina Premiun 44.7 por ciento (de 8.31 a 12.03 pesos por litro) y el Diesel un 106.4 por ciento (de 5.73 a 11.83 pesos por litro).
Si lo anterior se compara con los incrementos registrados durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, existe una diferencia abismal, por es necesario recordar a la opinión pública que el 29 de octubre de 2015 la mayoría en la Cámara de Diputados votó a favor de reformas y adiciones de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que incluye el actual incremento compensatorio del 3 por ciento.
Se estableció que la gasolina en México iba a tener una banda de precios que podría bajar hasta tres por ciento o subir hasta tres por ciento, dependiendo del comportamiento de los precios internacionales del combustible y eso es precisamente lo que está sucediendo ahora.
Cabe señalar que entre los 414 votos a favor registrados en el Diario de los Debates y la Gaceta Parlamentaria, están los diputados federales del PAN Herminio Corral Estrada, Jisela Paes Martínez y Ernesto Ibarra Montoya, lo que demuestra una vez más el doble discurso de la dirigencia estatal de ese Partido que sistemáticamente ataca la figura del Presidente de México, pero esconde al mismo tiempo la participación plena de sus legisladores en el acuerdo.